Para bucear hay que saber compensar
Consejos para compensar la presión de los oídos al sumergirte
Si tienes experiencia en buceo y buceas habitualmente, sabes de qué vamos a hablar en este post, pero si estás empezando en esto de bucear, una de las lecciones más importantes es aprender a compensar la presión de los oídos a medida que descendemos. Puede salirnos de manera natural, pero no todos tenemos la misma facilidad y es por ello que te vamos a dar algunos consejos para ayudarte a conseguirlo.
Para compensar la presión de los oídos, vamos abrir los extremos inferiores de las trompas de Eustaquio, permitiendo que ingrese aire en ellas. Dicho así, puede parecer sencillo, pero vamos a contarte un poco más sobre cómo puedes hacer esto y para ello, introducimos un término que puede resultarte nuevo, pero que va a dejar de serlo, la maniobra Valsalva.
Esta maniobra consiste en pinzar la nariz con los dedos y soplar suavemente hacia ella con la boca cerrada, de esta manera, el aire se va a desplazar desde nuestra garganta, a los espacios aéreos de los oídos y senos paranasales. Hay que hacerlo de manera suave, hasta escuchar un “popeo” que nos va a indicar que las trompas de Eustaquio están abiertas.
Comer chicle antes del buceo, tragar saliva y mover la mandíbula de un lado a otro, son acciones que nos van permitir abrir las trompas de Eustaquio con mayor facilidad.
Hay algunas cosas que debes tener en cuenta a la hora de realizar la maniobra Valsalva:
- No activa los músculos que abren las trompas de Eustaquio, por lo que puede que no sea efectiva si éstas ya se han cerrado por la presión al descender.
- Es fácil "soplar" lo suficientemente fuerte como para provocar algún daño en el oído, de ahí que es importante realizarla soplando suavemente, teniendo cuidado de que no aumente la presión de la endolinfa, el líquido interno de los oídos.
Nunca intentes compensar con mucha fuerza o durante mucho rato para evitar que se puedan producir lesiones graves.
También es importante empezar a compensar antes de sentir molestias. Si esperamos a sentirlas, es posible que no podamos compensar porque la presión del agua sea tal, que mantenga cerrados los conductos aéreos.
¿Te planteas bucear con tapones? No es una buena idea salvo que sean unos tapones perforados específicos para buceo, que permiten compensar la presión, o protectores auditivos especiales. Del mismo modo, es importante mantener limpia la máscara, ya que si te entra agua por la nariz, puedes irritar las membranas mucosas y producir más moco, que te va a perjudicar a la hora de tratar de compensar.
Si vas a bucear con capucha y esta es demasiado estrecha, puede generar un espacio estanco sin que lo notes, haciendo imposible la compensación. Para evitar esto, estira hacia afuera la parte de la capucha que está en contacto con tus oídos para que se pueda compensar la presión.
Como en otras muchas cosas, la prevención es clave, por lo que si compensamos con frecuencia durante la inmersión, por ejemplo a cada metro descendido, no debes tener problemas, pero si notas alguna molestia, asciende uno o dos metros, o hasta que la molestia desaparezca y compensa la presión a esa profundidad. Una vez que consigas compensar (y no antes), continúa un descenso lento, compensando con más frecuencia si fuera necesario.
A veces puede ser necesario subir un poco más para conseguir que la molestia desaparezca y poder compensar, pero no debes seguir bajando si no lo consigues. Puedes poner en riesgo tus oídos y la inmersión de los que te acompañan.
Importante: Si no puedes compensar, suspende el buceo.
No sigas avanzando si sientes dolor, ya que las trompas de Eustaquio es probable que estén cerradas por la diferencia de presión y seguir descendiendo con un espacio aéreo sin compensar puede producir una rotura de tímpano u otras lesiones graves.
Compensar en superficie ayuda a superar los primeros metros del descenso ya que logramos una especie de presurización en el inicio de la inmersión. Para ello, horas antes de sumergirnos debemos empezar a compensar los oídos de manera suave cada varios minutos. De esta manera calentamos nuestro oído medio y reducimos las posibilidades de bloqueo en los primeros metros de la inmersión.
Si descendemos en posición vertical, con la cabeza hacia arriba, nos va a resultar más fácil compensar, ya que la maniobra Valsalva requiere de un 50% más de fuerza cuando se está cabeza abajo. Si además lo hacemos mirando hacia arriba, subiendo la barbilla, facilitaremos la apertura de las trompas de Eustaquio.
Si estás pasando un catarro o un proceso alérgico, es probable que no tengas muchas ganas de meterte en el agua, pero si te encuentras lo suficientemente bien como para intentarlo, es mejor que lo dejes para otro día. La congestión por catarros o alergias puede bloquear el aire en los conductos aéreos, dificultando la compensación y eso sin entrar en la medicación que puedas estar tomando y que pueda tener efectos secundarios incompatibles con la práctica del buceo. Así que ya sabes, si tienes congestión, mejor no bucees.
Evita todo aquello que pueda irritar las membranas mucosas y te haga producir más mucosidad que bloquee tus trompas de Eustaquio. Ingerir bebidas alcohólicas, tomar lácteos, frutos secos, alimentos con azúcares o gluten y fumar pueden hacer que generes más moco, así que trata de evitarlo cuando vayas a bucear.
En cualquier caso, si tus oídos te dan problemas con frecuencia, consulta con un especialista que se asegure de que todo está en orden realizando una revisión médica y no olvides el consejo más importante, nunca debes forzar una inmersión. Está en juego tú seguridad y la de los que bucean contigo.
Una última cosa antes de que te vayas, el fin de semana del 17 y 18 de Febrero de 2018 hemos estado en la décima edición de la feria de buceo DIVE Travel Show, que este año cambiaba de nombre para llamarse Madrid Azul, mostrando a los buceadores que se dieron cita allí cómo es la mejor experiencia de buceo en Maldivas, así que no dejes de ver cómo ha sido nuestro paso por la feria.